No importa la edad de los chicos sino su historia con la lectura. Si acostumbramos a un niño desde bebé a estar en contactos con los libros, es casi imposible que no se convierta en un buen lector.
Tomasito, mi nieto, tiene apenas un año y ya sabe donde encontrar sus cuentos preferidos y, aunque aún no sabe hablar, puede hacerse entender cuando quiere que le lean determinado cuento.
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